AGENDA

Hay gente que adelanta

Hay gente que adelanta

Si prestamos atención veremos que hay alguna gente que adelanta, que está siempre o de vez en cuando, un pasito más adelante que todos los demás, es esa gente imprescindible que llena las palabras vacías e inventa algunas nuevas de tanto en tanto. Gente que todo lo ilumina y te sorprenden con eso que bien saben los poetas, las metáforas. Gente que dibuja lo que otros sueñan, que llena los espacios de todo lo que falta y por si fuera poco nos proponen dar un pequeño salto sin red a lo desconocido y la aventura de lo que vendrá, empujando hacia adelante un pasito más, y otro…y otro.

Hay otra gente que siempre está en la hora justa, con esa puntualidad y corrección que asusta en el momento adecuado y que sintoniza el pulso de lo que pasa en el aquí y ahora. Es esa gente que se dice políticamente correcta, la adecuada a todos y todas. Esa misma gente que no da los grandes saltos pero acompaña un paso atrás a todos aquellos que adelantan, gente que suma soportando codo a codo las iniciativas de los otros, la que escucha, piensa y repite las metáforas y palabras inventadas por los otros, las que hace suyos algunos sueños prestados y los lleva como bandera de esperanza y todo eso que no es poco.

En el fondo, más atrás, hay otra gente y es mucha, es la gente que atrasa, la que demora y llega siempre tarde a lo que pasa, los que se ríen a destiempo de la gracia y hay que explicarles el chiste. Alcanzan a la alegría y a los sueños con retraso, viven en el pasado con años de distancia, con esa distancia que no les deja ver el presente y se quedan con los relojes muertos y los vasos vacíos. Son los que no aportan nada a la maquinaria de las utopías y las metáforas. Gente que está muy atrás de los sueños y en la ceguera de la indiferencia, en la oscuridad de una noche interminable que produce el desamor. Toda esa gente que no tiene voz propia ni mirada va caminando a tientas en la incredulidad y flota en la balsa de la banalidad.

Algunas veces, nos damos cuenta que hay gente años luz de la vida. Solo a veces, muy pocas y al descubrirlo nos alcanzan las incertidumbres y desaparecen todas las certezas. En ese momento es muy difícil mirarse al espejo y saber dónde se está, es muy difícil darse cuenta a que rebaño pertenecemos y en todo caso escapar para dar un salto aunque sea pequeñito hacia delante de todo eso que atrasa. Resulta difícil dar el salto que adelanta, que nos deje en un lugar mejor con uno mismo.

No hay un cálculo cierto, no hay una fórmula para esto; dicen que el arte puede ser ese espejo, puede ser el puente que nos lleve de un lugar a otro, de un tiempo a otro de la vida sin relojes, desde una mirada mezquina a esa otra que nos emancipe.

No estamos muy seguros, pero algunas veces, solo algunas, el arte hace esas cosas.

 

Mauricio Nizzero

VOLVER
Enviame un Whatsapp