No es equivocado decir que nos falta mucho en materia de políticas culturales que propongan una mirada atenta sobre estos temas, necesitamos avanzar con decisión sobre la legislación y en todas esas zonas poco claras, plagadas de argentinos que han dejado de serlo, que han dejado de hablar en argentino y lo que es peor, han dejado de pensar en argentino; que hablan, piensan y producen contenidos culturales con otra identidad, con cierta ideología que poco tiene que ver con aquellas cosas que nos pasan y nos preocupan al sur del Rio Grande, y en esta parte del hemisferio.
Tenemos que ser muy claros, no se trata de ver aquello que ya fue, no es posible anclarse en la memoria visual del pasado y quedar sujeto a la melancolía y a la nostalgia; Se trata de tomar ese pasado para integrarlo a este presente de producciones que hablan como nosotros y de nosotros, con las preocupaciones de este tiempo. Se trata de evitar un corte generacional negacionista del pasado y la irremediable orfandad y desamparo que eso produce; se trata de evitar la interrupción de una línea discursiva entre ese pasado y este presente, con los peligros ya conocidos que provocan la desmemoria; ese olvido intencional que rompe los puentes hacia el futuro. Se trata de construir cimientos más sólidos para todo lo que falta, para todo lo que vendrá.
Son muy pocos los artistas que se percatan de esta manipulación y estas ausencias deliberadas y son pocas las instituciones que agrupan a esos artistas que se declaran dispuestos a sostener un camino emancipador, con un compromiso ético y estético que hable de nosotros. Son escasas las organizaciones que asumen el debate y la construcción de una identidad plástica, dinámica, amplia y diversa; con la capacidad de moverse en todos los sentidos de esa diversidad y al mismo tiempo ser la amalgama que da sentido de pertenencia a un tiempo y a un lugar.
Muy poco se le pide al estado por esa responsabilidad, muy poco se exige a ese estado la defensa, el estímulo y la promoción de sus producciones culturales, apenas pretendemos un estado presente que no es poco. De continuar así no quedará nada por defender.
Desde el Foro de Encuentro con el Arte 2020 y la Union Nacional de Artistas Visuales - UNAV - nos preguntamos:
¿Será que nos estamos acostumbrando a esos discursos hablados en otra lengua?
¿Será que lejos de toda resistencia estamos empezado a naturalizar esas ausencias?
Mauricio Nizzero